Zero-Gravity^®

El protector suspendido corporal y facial de la unidad de suelo puede cambiar de posición para una amplia gama de procedimientos y de configuraciones de sala.



Cuando no está en uso, el sistema puede almacenarse fácilmente en el lateral de una sala.

Suspendido de un carril ensamblado al techo, el monorraíl es perfecto cuando hay poco espacio en el suelo.



Se ofrece en dos longitudes de brazo: el brazo corto proporciona acceso al paciente a un lado de la mesa, mientras que el brazo más largo brinda acceso a ambos lados de la mesa (dependiendo de la posición del carril).



Se puede añadir un protector adicional, lo que permite el uso simultáneo por parte de dos operadores.

El punto de fijación único del sistema de brazo articulado basculante lo convierte en la elección ideal cuando la existencia de otros equipos de montaje en techo impide el uso de un carril.



Puede utilizarse en ambos lados de la mesa si hay un punto de fijación disponible cerca del centro de esta.



El protector puede guardarse mientras no se use, por ejemplo, en salas compartidas.

El protector corporal y facial suspendido ofrece libertad de movimiento, y puede acoplarse o desacoplarse fácilmente según el uso de fluoroscopia, a la vez que se mantiene la esterilidad.

Zero-Gravity se ofrece con diferentes opciones para adaptarse a una amplia gama de procedimientos y de configuraciones de sala.

• En este estudio se comparan los delantales de plomo convencionales y protectores auxiliares con un sistema personal suspendido por encima de la cabeza funcionalmente sin peso que con mayor cobertura.
• Se llegó a la conclusión de que, en comparación con los delantales de plomo convencionales con protectores, el sistema suspendido protegía más al operador durante la fluoroscopia intervencionista, lo que les permitía proceder sin necesidad de utilizar protectores potencialmente obstructivos.

El informe documentaba la aparición de tumores cerebrales y de cuello en 31 médicos, con el tumor maligno en el lado izquierdo en el 85 % de los casos. Dado que el cerebro está relativamente desprotegido y se sabe que el lado izquierdo de la cabeza está más expuesto a la radiación que el derecho, estos datos con un número desproporcionado de tumores en el lado izquierdo sugieren la posibilidad de una relación causal con la exposición ocupacional a la radiación.

El informe documentaba la aparición de tumores cerebrales y de cuello en 31 médicos, con el tumor maligno en el lado izquierdo en el 85 % de los casos. Dado que el cerebro está relativamente desprotegido y se sabe que el lado izquierdo de la cabeza está más expuesto a la radiación que el derecho, estos datos con un número desproporcionado de tumores en el lado izquierdo sugieren la posibilidad de una relación causal con la exposición ocupacional a la radiación.

La encuesta de la SCAI (Siglas en inglés de la Sociedad de Angiografía e Intervenciones Cardiovasculares) revela que el 49 % de los cardiólogos intervencionistas ha sufrido una o más lesiones ortopédicas como consecuencia directa de su trabajo en el laboratorio de cateterismo, un 7 % ha tenido que limitar el número de procedimientos que realiza debido a la exposición a la radiación y el 9 % ha tenido que pedir una baja laboral por motivos de salud.